Tengo en venta mis labios. No son perfectos, pero son únicos y saben besar.
Los venderé en una subasta y me desaharé de ellos para siempre, sin rencores.
Los vendo maquillados en rojo, aquél que puje más alto por ellos adquirirá el precioso lote completo.
Mis labios saben besar, saben hablar y además guardan silencio cuando es oportuno.
Los vendo por que se volvieron autónomos, hace tiempo que no me hacen caso, viven su vida libremente.
También he de decir que viven torturados por el recuerdo de otros labios. Por eso quiero otros nuevos.
Tengo en venta mis labios.
No son perfectos.
Pero son únicos y saben besar.
Mis paranoias, mis escritos, mi vida, mis sueños, mis desastres más atroces, mis errores, mis aciertos, mis alegrías, mi erotismo. La vida sucede lenta y pausada. Ahí lo dejo.
miércoles, 21 de febrero de 2018
Se vende
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