domingo, 18 de agosto de 2013

Plan Maestro

Y si, jugamos al Cíclope, como en Rayuela, pero para que nuestros labios se rocen, sólo rozarse, sin más intención que permanecer en contacto perpetuo. Siento que tu respiración se torna pausada, te quedas sin aliento. Me pides que te bese una y otra vez, y me acaricias tanto que pierdo el sentido de la realidad, y aparecen mis jadeos de inmediato, mis quejidos de placer, ya que tu me empapas de caricias.
Siento que estoy en un gran plan maestro, dando pasos, acercándome a mi destino. Me hago fotos de mis pies siempre que puedo
Estoy ligada a mis pasos, a la realidad. Sé por dónde piso, no es un camino de rosas, tampoco de espinas, que te voy a contar. Escribo poco y a deshoras, cuando no toca, ¿que quieres que te cuente? Hablo sin parar y a veces no se me entiende, será porque mezclo dos lenguas.
Sigo pensando en ti, no me he olvidado. ¿Que miras? Te pregunto. Nada en particular, o todo en conjunto. Las sombras que se posan en tu cara, tus ojos, tu nariz, tu boca, tus rizos que caen en bucle. Me gusta acariciarte, quiero estar haciéndolo a cada rato. Y me pides otra vez que te roce los labios, y me acostumbro a tu aliento y a que me desgarres sin querer el corazón. Nos movemos entre sombras, entre dos mundos paralelos. He viajado hasta ti, siguiendo mi plan maestro, mi destino, llámalo como quieras. Yo sólo creo en el universo y en los toques de atención que me manda: El picotazo de un pájaro maldito, un bocadito de mi gata, un tropezón, la picadura de un insecto no llegar a tiempo para diversas situaciones de la vida...
"Todo pasa por algo" ¿Qué coño de filosofía es esa? Quiero ser mala, malísima, tan mala que me tengan que recoger con palas.