- Y dime, ¿cómo estás?- le preguntó ella
-Pues el otro día no hablamos mucho porque estaba
agobiado, cansado y un poco rayado-
- Vaya, ¿otra vez rallado? Al final no va a
quedar nada de ti con tanto rallamiento, como cuando rallas queso-
- Me encanta eso como concepto, te lo voy a
robar, jeje-
- Hoy es que estoy un poco poética filosófica, me
pasé la tarde leyendo poemas de Mario Benedetti para inspirarme en mis relatos-
-Pues vaya tarde necrófila, ¿sabes que está
muerto, no?-
- No, pero más o menos lo intuía-
- Bueno ¿y tú como estás?- le preguntó él
- Pues un poco depre –
-¿Y eso? ¿Qué te pasó?-
- Siempre pienso que cuando estoy bien me suceden
cosas que me llevan al pozo de vuelta-
- ¿Por que en verdad crees que te sacan a pasear,
ver el sol y luego se termina la vuelta y de nuevo a encerrarte como cual
Dragón? –
- Que bonita metáfora de mi situación personal,
me vas a hacer llorar y todo-
- ¡Que heavy
que estás!-
-Me ha gustado que no utilizaras a un perro en
esa frase, Dragón ha quedado más sublime-
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