Bajo la penumbra de mi lamparita de tiffany's (ya lo sé es muy kitsch), reflexiono sobre la jornada del día.
La frase de hoy que nos han soltado por la calle con canto de pájaro incluido es la siguiente: "Que el pajarillo está soviético".
Pajarillo? Soviético? El señor que nos la ha soltado era mayor y se ha puesto contento al ver a tres mozas bien guapas montadas en bicicleta por Barcelona (no tengo abuela ya lo sé). Una de nosotras se ha sonrojado y todo porque no entendiamos que quería decir. El símil era fácil, pero nuestras neuronas mañaneras no lo asimilaban, incluso ha soltado (con frescura) que "el pajarillo estaba enjaulado y quería salir" ¡Por favor!
Y por cierto, ¿cómo se pone un pajarillo soviético? Yo no lo he visto nunca, digo un pajarillo de esos que ves volando por el cielo, claro....
Y los soviéticos, ¿se ponían tan pajarillos? Creo que me estoy liando. Si alguien me lo quiere dejar clarito, digo lo de los soviéticos, porque yo no quiero entrar en buscar ahora casi a las doce de la noche, nada de los soviéticos (no tengo el cuerpo para revoluciones).
Bueno, que si el pajarillo está soviético, pues que se quede dentro de la jaula, y dentro de la revolución de hormonas de este hombrecillo, singular, peculiar, que utiliza tan sutiles metáforas de buena mañana.
En fin, mi gata Lola está durmiendo y yo voy a hacer lo propio. Arrevoir!!!
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